Habia sido una mañana calida. Tibia, como el buen sexo mañanero.
Ella escribió en su diario:
Mientras lavo la loza, hago catarsis.
En mi momento, este momento, es cuando mi mente le da mil vueltas a mis pensamientos. Anoche sudé, sudé como un caballo, depronto no tan baboso, pero sé que sudé.
Sude agua, sentía la pijama emparamada, alcanzaba a sentir la leve diferencia de temperatura entre mi cuerpo y mi pijama. Era un sabado de rutina. Dejar que el sueño me canse, dejar que despertar sea volver a la realidad. Bueno, “realidad”.
Este es otro momento
Juegas con esos momentos, escribes un guión de cine.
Gracias porque puedo sentir tu mañana tibia, el buen sexo mañanero y tú catarsis, verte quieta, quieta sintiendo el sudor como de caballo, la sutileza de la temperatura y la quietud en ese duermevela cuando hay que despertar pero la realidad agarra imágenes que vuelan antes de ser pensamientos. Juego con tus palabras, me encanta encontrarte al amanecer de jueves, julio 22. Te quiero!