YAYO

Me despido para encontrarte

El dolor de tu partida, es el impotente sentimiento de jamás volverte a ver

Abrazar

Reir

Y llorar

Me despido para encontrarte

Un duelo escondido en el fondo de mi corazón

A sabiendas de que este momento llegaría

Duelo que poquito a poco se desvanece mientras encuentro recuerdos de ti en mi

En ellos

Una mezcla de tristeza y felicidad se asoma, como brote de semilla

Tú, mi semilla, y yo tu brote

Broté

Hace tiempo

Me despido para encontrarte

Encuentro en tu siembra, que tus cenizas fusionadas con la tierra, en esa que tu misma araste, serán juntas la mejor arcilla para una cerámica

Afortunado aquel ceramista que un día abra ese hueco y te encuentre para moldearte

Y te das al resto, íntima, gocetas, cual cerámica

Y nosotros te sembramos y nos sembramos, y moldeamos

Y vernos reunidos mientras te acompañamos en ese, tu último sueño

Como un roble firme

Estás tú

Presente

En cada uno

Dejando un legado

Porque somos tu legado

Yayo

Me despido para encontrarte

En mi

Gracias por tanto

No hablo de…

—Y no es que yo sea la mas meticulosa para la limpieza. Tengo un limte. Ese limite esta mas cercano a mi lado cochino que mi lado pulcro. Solo fijate en los detalles —le dijo mientras tomaban tinto en una fría pero soleada mañana sabanera. 

Y siguió —solo tienes que  buscar un sopt, una esquina, sin moverte de ahi.

—yo seguía sin entender de qué me hablaba. Y siguió —la roseta de esa luz de allá— dijo señalando un rosetón sin bombillo en una de las esquinas del techo de la cocina —Verás, pienso que en la vida debes llegar a un equilibrio. Un equilibrio entre lo que es necesario, lo que es indispensable y sobretodo y muy importante lo que es prioritario. Veo ese rosetón rosiado en grasa de estufa, algunas telarañas viejas han quedado embadurnadas de la porquería. Una araña come un zancudo mientras este pelea contra la pegachenta telaraña y la porquería.  Y si urgo con los ojos,  sin moverme de acá, te aseguro que puedo encontrar millones de pequeñas porquerías por toda la casa.  Sin embrago, mi casa esta limpia. Yo decido que no necesito limpiar porque quiero hacer otras cosas en vez, y además encuentro en cada porquería a de mi casa, bellezas cotidianas, vida creciendo, habitando. La telaraña de allá, el cúmulo de pelos de perro debajo de esa mesa de ahí, el polvo en la mesa bajo la escalera, que si le quitas los objetos que están sobre ella, un dibujo geométrico aparece, y es efímero, como el polvo. Sencillamente, porque es polvo.

Hoy quería subirme la media de mi pierna izquierda hasta la rodilla

Ya me había puesto la de la pierna derecha

Al parecer mis pantalones entubados, son mas entubados en la pierna izquierda que en la derecha

O, no soy simétrica

Ayer conversaba con una Maria bonita, acerca de las prioridades y el importante y sabio hábito de priorizar. De cómo estamos priorizando todo el tiempo. 

Dejé mi media arrugada hasta el tobillo, mi meta de subirla hasta la rodilla no se cumplió

Y así, en la vida vamos priorizando. Inclusive priorizamos las prioridades.

Al parecer mis pantalones entubados son mas entubados en la pierna izquierda.

Y ademas, definitivamente no soy simétrica

Poco a poco

Poco a poco se van recuperando los espacios

Poco a poco también se pierden otros

Se pierden en la maraña de quehaceres de la rutina

Se pierden en medio de tu dar y la invasión de amor

Ser madre ha sido seder mis espacios, todos aquellos que me hacer ser yo. No hay un espacio en mí en donde mis hijos no estén. Son como dos extremidades más.

Nos ata la sangre

Nos ata el gen

Poco a poco fui posponiendome

dejando algunos de mis espacios de ser, para después

algunos ya los olvidé

Fui priorizando el tiempo, y al mismo tiempo

fui conociendo nuevos espacios de mí

Mis 2 extremidades, crecen

Y Se hacen a sus espacios, cada vez menos conmigo

Y así…

vuelvo.

Paulatino.

Sin afán.

A recuperar espacios.

Vacas

La vida es un tejido de circunstancias que aveces se entretejen de forma organizada y aveces un poco más orgánica. Tal vez es mas el entretejido orgánico que el organizado y prefiero el orgánico.

Lo orgánico es el fluir, y esa en esa fluides lo bueno y lo malo siempre guardan cierta simetría, orgánica, generando el balance perfecto para encaminarme.

Es en estos momentos que me quiero sientir como vaca que va al ordeño. La vaca va contenta, caminando entre la sociedad de vacas que viven en el mismo potrero. Solía cuando era una niña, poner mis manos sobre los muslos de lavadas mientras caminaban al ordeño. Lo hacia montada en mi bicicleta. Me gustaba embarrarme y aún mas, el olor de lo boñiga recién salida, vaporosa y potecuda. El sonido de la boñiga caer es un sonido agradable para mí. Recuerdo lo que sentía en esos momentos largo de caminar por un camino de barro, con las profundas huellas marcadas por el caminar de las vacas. Verlas campantes, rumiando, cagando, caminando, cada una en su mundo, pausadas y en paz. Sin preocupación alguna. Yo me sentía igual, era un largo momento que duraba desde el potrero hasta el lugar de ordeño.

¿Cómo hacen la vacas para caminar así, tranquilas, orgánicas?

Hoy cuarenta y pico años después recuerdo esos momentos y lo uso como herramienta, para abrazar mis miedos y decirme que cada día, cada hora, cada minuto, cada instante es preciado. Y quiero vivir como esos días de vacas, sin miedos, sin ruido, solo caminar, rumiar, cagar, ordeñar. 

El cimbronazo

La montaña rusa de mi vida

Si tuviera que hacer un dibujo de cómo es mi vida, seria algo como una montaña rusa. Aveces la vida fluye, aveces algo pasa que te la pone patas arriba. Ciclos, altos, bajos. Boca arriba, boca abajo. Siempre consiente, hay quienes se desmayan y despiertan cuando todo pasa, esa no soy yo.

Aveces me cuesta querer volver a disfrutar, sabiendo que en algún momento, algo directamente proporcional en cuanto a las proporciones de afectación a mi espíritu, pero a la inversa, va a pasar. Es el contrario de fluir, es un estrellón. El cimbronazo que me recuerda lo “animal” que puede ser mi vida misma como hábitante, ser vivo de este planeta. Que en cualquier momento viene mi depredador, y trata de cazarme. O a mis primogénitos. 

Despues de cada simbronaso viene una paz lenta, serena, que fluye. Y todo vuelve a empezar.

O Al menos por un rato.

Paz serena y lenta

Disfrute

Cimbronazo

Caida del cimbronazo

Paz serena y lenta

Y asi…..

Y a continuación el cimbronazo

Mayo, 2023. Ella ve por la ventana
Sin título, Mayo 2023.
La eternidad

Eran las 3 y pico de la mañana y yo estaba lidiando conmigo misma…

Carta a mi hija enferma

Te doy mi calma, mientras a escondidas de tí, mi angustia sale como un cohete feroz de mi pecho buscando desahogar esa impotencia de madre que lo haría todo por su hijo y no puede hacer nada mas que esperar

Te doy mi paciencia, para que tú paciente sepas esperar, aguantar y llorar

Te doy me amor como único remedio para tu alma y asi tu cuerpo poder sanar

Te doy una canción de iguana mientras veo tus ojos rogar por no mas pinchazos y a tu casa poder regresar

Te doy mi vida

Te doy mi amor

Te doy mi mano y mi mirar para que claves en ella tu sufrir y te puedas así levantar

Te doy también mi llanto pero sin tu mirar

Te doy mi fe, y la de los demás, todos aquellos que piensan en tu sanar

Y finalmente te doy mi felicidad, de superar la turbulencia, el triunfar de tu cuerpo sobre la enfermedad, y recordarte siempre, que esta guerra que diste la lograste ganar


Soy lo ultimo que fuí
Mi ultimo pensamiento, mi ultimo sentir
Soy mi vida pasada
Soy mis alegrías y mi tristeza
Soy mi sufrir
Soy las marcas en mi cuerpo y las del alma también
Soy mi piel y mi corazón con su latir

Soy lo ultimo que fuí
El instante previo a lo que escribo
Y el presente que ya no es
Soy lo ultimo que fuí porque del después nose

Y se que lo que fué ya lo escribí

Soy el universo pensante de mi mente
Soy alma, soy creación

Soy lo ultimo que fui

Soy

Yo

Conversación con el miedo 2

Esa mañana, se habia vuelto a levantar con el sentir. El miedo apareció despacio, suave, tratando de truncar la paz de su despertar. Pero ella conciente de que miedo lo volvería a hacer, decidió saludarlo.

-buenos días miedo.

-Bueniiiisimos días- contestó miedo – cómo amaneces hoy?

-Pues un poco incómoda con tu presencia, qué puedo hacer para que me dejes? -preguntó ella en tono consiliador.

-Pues un poco difícil, porque eres tú la que me invitó, -le dijo miedo- y ahora me hechas? Qué te molesta tanto de mí?

-Los pensamientos que generas. Es solo eso. Me imagino lo peor y no quisiera sufrir, otra vez. -dijo ella- quiero poder vivir y disfrutar cada instante, alegre o triste, pero sin tí.

A lo que miedo le respondió de nuevo con su tono inquietante e irónico: -continúa…

Ella se quedo en silencio por un rato.

-Porqué a estas alturas de mi vida te da por aparecer en mí asi? Llegas de repente, invades mi cuerpo, te siento en cada pedazo de piel, y mi corazón se arruga, mi respiración se trunca. Es eso normal?

-Es normal que estes hablando conmigo?- contestó miedo

-Normal o no ya no me importa, solo quiero que hablemos y llegemos a un acuerdo. Lo ideal sería que te fueras, es eso posible?

-No- dijo miedo – quiero quedarme.

Un silencio profundo acompañado por un suspiro invadió la cama. Ella se quedó pensando un rato en alguna fórmula para poder subir este escalón de vida. Tenía mucho motivos para no dejarse caer en ese hueco profundo, y llevarse con ella a otros.

-Te voy a resignificar- le dijo ella al miedo

-A si? Bueno si eso quieres- le contestó

-Si tu estas acá es por algo y voy a llegar a la raiz de todo. Me toca indagar mucho en mi mente, dibujo de mente. Y encontraré seguramente mil y un detalles en mí que estan alimentando tu existencia. Socabaré en cada uno de estos detalles, para ver dónde debo hacer remiendos, o reconstrucciones, o simplemente dejarlo asi. Puede ser que con la madurez se adquiere un sentir nuevo. Como cuando de la noche a la mañana pasé de ser una a dos, y después de dos a tres, y tres a cuatro, y asi…

-Puede ser- dijo miedo

Y ella continuó -Cuando mas me molestas es cuando me despierto. Entras por los pies, llegas a mi estómago, subes a mi pecho, lo inflas, lo asustas y así llegas hasta mi mente. Truncas mi mente.

Y la conversacion seguia, ella le contaba a miedo todas las diferentes formas que le podía encontrar. Miedo solo escuchaba, no se pronunciaba. 

– Eres sufrimiento, eres imaginación, truncas mi realidad

– Escupes en mi alegría, en mi disfrute, amargas lo dulce, me cayas cuando quiero hablar y cuando cayo me haces gritar.

– Eres el coco, covid mental.

– Creo que voy a hacer un dibujo y una lista. Un dibujo de mi mente, y la lista de tooooodo lo que te acabo de decir… El dibujo de mi mente, me lo imagino como una maraña natural de pensamientos honestos, que solo buscan crecer sanos. Tengo dos germinados que dependen de mi sanidad. Y varias ramas que dan frutos constantes. Voy a hacer una lista de las mil y una formas que tu, no querido miedo, creas en mi andar. Puede que me demore un poco porque el pensamiento es infinito y tus formas son un poco confusas de interpretar. Pero creo que sólo dialogandote podré aceptarte, aceptarme. Quizás, aceptándote de pronto simplemente haga que ya no te tenga miendo. Ps ps miedo.

-Miedo? 

Ella salio de la habitacion muy despacio y sin hacer ruido, y en un susurro suave dijo -buenos días

hola miedo

Y entonces después de mucho tiempo de no estar realmente sola, comenzó a sentirlo, llegó el miedo. Después de tanto tiempo sin estar sola, se encontró con ella misma, en su propia rutina, la de su ser individual. Y miedo comenzó a atormentar ese tan anhelado momento. Una mañana después de un agrio desvelo, cuando todos se habián hido a sus rutinas, sus rutinas individuales, ella decidió enfrentarlo. Se sentó de rodillas, rogó a Dios cordura, y le habló.

-Hola miedo -le dijo ella con voz firme y contundente- porqué estas aqui?

Miedo no contestó.

-Quisiera que te vallas, porqué estas aquí? -volvió a preguntar ella

y miedo no se manifestó.

Ella pensó que ya que podía (sus crios no estaban por ahí) tenía que buscar algún modo para lograr hacer hablar al miedo. Y volvió a empezar.

-Hola miedo, -dijo ella con voz suave y serena- cómo estas?

Y miedo contestó en tono irónico: -Yo estoy muy bien, muy muy bien gracias, y tu?

Post


Habia sido una mañana calida. Tibia, como el buen sexo mañanero.

Ella escribió en su diario:

Mientras lavo la loza, hago catarsis.

En mi momento, este momento, es cuando mi mente le da mil vueltas a mis pensamientos. Anoche sudé, sudé como un caballo, depronto no tan baboso, pero sé que sudé.

Sude agua, sentía la pijama emparamada, alcanzaba a sentir la leve diferencia de temperatura entre mi cuerpo y mi pijama. Era un sabado de rutina. Dejar que el sueño me canse, dejar que despertar sea volver a la realidad. Bueno, “realidad”. 

Este es otro momento